La breve pero intensa historia de Todos Putos Menos Yo comienza cuando Adolfo Nolaponne, peluquero canino de fama efímera a mediados de los ’90 por haberle cortado el pelo como Iván Noble al caniche de Daisy May Queen en protesta por la excesiva difusión de “Avanti morocha”, roba un Peugeot 504 tuneado en la puerta de un Coto y, bajo el efecto de una caja de Rohypnol disuelta en dos litros de jugo Suin de ananá, lo estrella justo en la ligustrina de la casa de Luis Patti.
Trasladado al penal de Olmos sin siquiera pasar primero por un hospital, una comisaría o un juzgado, Nolaponne entabla amistad con Ricardo Penne Rigatti, un ex plomo de Los Violadores devenido en presidente del fans club de Ace of Base, preso por intentar asaltar un Sacoa disfrazado de Sub Zero del Mortal Kombat. Penne Rigatti, eximio ejecutante de flauta traversa, inicia a Nolaponne en las artes musicales, al tiempo que le muestra de lleno el oscuro mundo de las sustancias ilegales. Instado por su camarada, Adolfo decide comprobar por sí mismo el poder narcotizante del Poxiran, pero en lugar de aspirarlo se traga cuatro pomos, gracias a lo cual se pasa 98 días constipado, cantando “Presente” de Vox Dei y golpeándose el parietal derecho contra un poster del Ferro de Griguol.
Los guardias, hastiados de la constante repetición de la obra cumbre de Ricardo Soulé, lo suben a un remis y lo depositan en un paraje del oeste de Castelar conocido como Villa Gangrena. Allí se pasa otros 32 días entonando “Presente” en la puerta de un autoservice chino, hasta que finalmente recobra la lucidez, logra defecar y decide emprender una carrera musical.Para tal efecto recluta como guitarrista a Mario L’Upite, primo hermano de Blas Armando Giunta. Este trae consigo a Roberto “Moco” Bernardini, un experimentado bajista que había tocado con Julio Sosa y Michael Jackson. Y para completar la formación se acerca el baterista Orlando Biasatti, hijo de Santo, ex vestuarista de Carca.
Después de barajar nombres como Alzheimer, Menopausia y Nelson Castro Tiene Razón, Nolaponne se inclina por bautizar a su agrupación como Todos Putos Menos Yo, luego de ver como sus tres compañeros se frotaban unos a otros loción humectante con Aloe Vera por todo el cuerpo.En 2001, el perico Línea Fundadora Juanchi Baleirón les produce su primer y único disco: Contagiándose la energía del orto. El mismo incluye 62 canciones propias y un cover en español de “Genie in a bottle” de Christina Aguilera, rebautizado “Chabón pulenta en un frasco”. Entre los invitados figuran Walter Piancioli en charango eléctrico, Wanda Nara en clavicordio y el periodista Alfredo Rosso estrangulando un hámster.
El LP es un éxito y en apenas tres semanas vende el doble que Daniel Melero en toda su carrera solista: catorce copias.Extasiado ante tal repercusión, Nolaponne se dirige a un cajero automático a retirar dinero para comprar un paquete de Club Social, pero se encuentra con que su cuenta bancaria sigue en cero. Buscando las causas de su indigencia relee el contrato que lo une a su compañía discográfica, encontrándose con un párrafo en cuerpo 0,5 que dice lo siguiente: “Los abajo firmantes ceden incondicionalmente y a perpetuidad todo tipo de beneficio económico, artístico y/o sexual que de la relación contractual con Pop Art S.A. se generase, como así también permiten a partir del momento de su deceso la manipulación y el usufructo a voluntad de su obra grabada, sus bienes materiales, su familia inmediata y su alma al Sr. Roberto Costa, de aquí en más denominado El Amo”.
Desanimado por el contrato leonino que suscribió negligentemente, Nolaponne desarma su banda y se retira de la música para poner en Sarandí una fábrica de guantes para mancos que, hasta el día de hoy, sigue siendo la base de su sustento económico.
jueves, 24 de enero de 2008
miércoles, 23 de enero de 2008
GENERADOR AUTOMATICO DE ROCK CHAVON
Querés componer canciones pero tu vocabulario se reduce a la repetición constante de las palabras “gato”, “puto” y “cobani”? ¿Te gustaría estudiar música pero te queda la guita justa para el paco del día? ¡No importa! Pensando que todavía no hay suficientes bandas de mierda en este país, SEBUP ofrece un recurso gratuito, sencillo y eficaz para que cualquier ladrón de pasacasettes sin talento se pueda convertir en el nuevo Pity Alvarez: el Generador Automático de Rock Chabón (G.A.R.CH.).
Antes de llegar al G.A.R.CH. propiamente dicho, todo barrabrava musical que sueñe con llenar Mitos Argentinos un viernes a la noche deberá, primero, cumplimentar los siguientes pasos:
1) Despertar de su desmayo a otros tres inadaptados que se reponen de la ingesta prolongada de Manojo de Uvas con Rivotril en la esquina y decirles “gatos… banda… no sean putos” (ellos van a entender). Ahí mismo asignarles a cada uno un instrumento diferente (se recomienda una batería, una guitarra y esa guitarra con dos cuerdas menos que se conoce como bajo). Para conseguirlos se puede reventar una casa de música (opción deshonesta) o venderle a un reducidor el Fiat Duna con el que papá trabaja de remisero (opción ligeramente menos deshonesta).
2) Bautizar a tu grupo eligiendo el artículo “La” y un sustantivo o adjetivo femenino. Si no sabés qué es un sustantivo o adjetivo femenino, pensá en tu grupo de amigas y ahí tenés, por lo menos, cinco o seis nombres posibles: La Roñosa, La Cornuda, La Petera, La Tetona, La Drogadicta, etc.
3) Un paso que no muchos superan: aprenderse como mínimo 2 (dos) y como máximo 3 (tres) acordes de guitarra. Es difícil, pero si te desanimás, pensá que el guitarrista de Ojos Locos lo logró. De última pedile a él que te los enseñe.
4) Firmar con Pop Art, comprometiéndose a ceder todo tipo de beneficio, e incluso a entregar a tu hermana y a tu madre de ser necesario, al Sr. Roberto Costa. Como retribución obtendrás fama moderada y jugosas limosnas ocasionales.
5) Titular tu futuro disco debut con alguna variación de la palabras “rock” o “rocanrol”. Ej.: Así es el rock, Demasiado rocanrol, Rock hasta las pelotas, Putas, merca y rocanrol, etc. (No elegir Esto es rock, nena porque el careta de Pomelo ya la quemó).Y ahora sí, señores, a componer.
Para entender el G.A.R.CH. no hace falta siquiera haber terminado cuarto grado: hay que elegir una línea de cada columna y combinarlas para hacer una canción. Con las primeras cuatro columnas armás la estrofa 1, con las segundas cuatro armás la estrofa 2 y con las terceras cuatro armás el estribillo. Después, para que el tema se haga más largo, repetís todo de nuevo. ¡Más fácil que chorear un videoclub estando del orto! Y lo mejor de todo: una vez que compusiste una canción de esta forma… ¡volvé a empezar, combiná todo distinto y componé otra! ¡Y otra! ¡Y otra más! Tenés opciones como para unos tres o cuatro discos.Así que acá está el G.A.R.CH…
¡andá y hacete estrella, gato!
Antes de llegar al G.A.R.CH. propiamente dicho, todo barrabrava musical que sueñe con llenar Mitos Argentinos un viernes a la noche deberá, primero, cumplimentar los siguientes pasos:
1) Despertar de su desmayo a otros tres inadaptados que se reponen de la ingesta prolongada de Manojo de Uvas con Rivotril en la esquina y decirles “gatos… banda… no sean putos” (ellos van a entender). Ahí mismo asignarles a cada uno un instrumento diferente (se recomienda una batería, una guitarra y esa guitarra con dos cuerdas menos que se conoce como bajo). Para conseguirlos se puede reventar una casa de música (opción deshonesta) o venderle a un reducidor el Fiat Duna con el que papá trabaja de remisero (opción ligeramente menos deshonesta).
2) Bautizar a tu grupo eligiendo el artículo “La” y un sustantivo o adjetivo femenino. Si no sabés qué es un sustantivo o adjetivo femenino, pensá en tu grupo de amigas y ahí tenés, por lo menos, cinco o seis nombres posibles: La Roñosa, La Cornuda, La Petera, La Tetona, La Drogadicta, etc.
3) Un paso que no muchos superan: aprenderse como mínimo 2 (dos) y como máximo 3 (tres) acordes de guitarra. Es difícil, pero si te desanimás, pensá que el guitarrista de Ojos Locos lo logró. De última pedile a él que te los enseñe.
4) Firmar con Pop Art, comprometiéndose a ceder todo tipo de beneficio, e incluso a entregar a tu hermana y a tu madre de ser necesario, al Sr. Roberto Costa. Como retribución obtendrás fama moderada y jugosas limosnas ocasionales.
5) Titular tu futuro disco debut con alguna variación de la palabras “rock” o “rocanrol”. Ej.: Así es el rock, Demasiado rocanrol, Rock hasta las pelotas, Putas, merca y rocanrol, etc. (No elegir Esto es rock, nena porque el careta de Pomelo ya la quemó).Y ahora sí, señores, a componer.
Para entender el G.A.R.CH. no hace falta siquiera haber terminado cuarto grado: hay que elegir una línea de cada columna y combinarlas para hacer una canción. Con las primeras cuatro columnas armás la estrofa 1, con las segundas cuatro armás la estrofa 2 y con las terceras cuatro armás el estribillo. Después, para que el tema se haga más largo, repetís todo de nuevo. ¡Más fácil que chorear un videoclub estando del orto! Y lo mejor de todo: una vez que compusiste una canción de esta forma… ¡volvé a empezar, combiná todo distinto y componé otra! ¡Y otra! ¡Y otra más! Tenés opciones como para unos tres o cuatro discos.Así que acá está el G.A.R.CH…
¡andá y hacete estrella, gato!
Suscribirse a:
Entradas (Atom)